martes, 21 de octubre de 2008
pueblos germánicos
martes, 7 de octubre de 2008
teatros romanos
TEATROS.
Los teatros romanos aparecieron por primera vez al final del periodo republicano. Constaba de un alto escenario junto a un foso semicircular (orchesta), y un área circundante de asientos dispuestos en gradas (cavea). A diferencia de los teatros griegos, situados en pendientes naturales los teatros romanos se construyeron sobre una estructura de pilares y bóvedas y de esta manera pudieron ubicarse en el corazón de las ciudades. Los teatros fueron populares en todos los lugares del imperio.
La afición por el teatro la introdujeron pronto los romanos, pues en Cádiz a finales de la república, los caballeros tenían reservadas catorce filas de asientos. De este teatro gaditano no se el lugar de emplazamiento; quizá era de madera.
La península Ibérica ha dado una veintena larga de teatros de los que el mejor conservado es sin duda el de Mérida. Se halla situado junto al anfiteatro; ambos edificios ocupan el ángulo Noreste de la ciudad. Fue el teatro erigido por Marco Agripa en el año 24 a.C.,
La Bélica constaba con otros buenos teatros, el de Ancinipo (Ronda la vieja), además en la Betica contaron con teatros como el de Córdoba y Málaga que están bien conservados, Singilia Barba (Antequera) que tenia 32 metros de diámetro, Hispalis, Astigui, etc...
En la provincia tarraconense uno de los teatros mas importantes fue el de Sagunto que media 85, 99 metros de diametro. Fue levantado en la falda de una montaña. Tenia ocho cuneci divididos en nueve escaleras. La imma cavea tiene tres gradas de 1, 26 metros de anchura, que se estrechaban después, La media cavea era de siete metros y después otra de diez metros y mas arriba hay otras cuatro defendidas por un pórtico abovedo. La scena mide 54,75 metros. Se conservan los vestuarios de los actores y a los lados las salas de coros.
las siete colinas
Las siete colinas de Roma son las que históricamente han formado el corazón de la ciudad de Roma. Situadas al este del río Tíber, este conjunto de colinas ha protagonizado numerosísimos pasajes literarios y son una referencia muchas veces repetida en la cultura popular.
Las siete colinas de la Roma antigua eran el monte Palatino (Collis Palatinus), el Capitolino (Capitolinus), el Quirinal (Quirinalis), el Celio (Caelius), el monte Aventino (Collis Aventinus), el Esquilino (Esquilinus) y el Viminal (Viminalis), y figuran de forma prominente en la mitología romana, su religión y su política; tradicionalmente, se cree que la ciudad original fue fundada por Rómulo y Remo sobre el monte Palatino (Collis Palatinus). Las otras siete pequeñas colinas son hoy en día Cermalus, Cispius, Fagutal, Oppius, Palatium, Sucusa y Velia.
Inicial y tradicionalmente, las siete colinas fueron ocupadas por pequeños pueblos que se agruparon y formaron una ciudad conocida como «Roma». Los ciudadanos de las siete colinas comenzaron a participar en una serie de juegos religiosos que comenzaron a unir a los grupos. La ciudad de Roma nació por tanto una vez que los asentamientos comenzaron a actuar como grupo, drenando los valles pantanosos que los separaban y convirtiéndolos en mercados y foros.
Escuelas en el Imperio Romano
Algunos fueron a una escuela secundaria conocida como un grammaticus. Allí aprendieron historia, geometría, y astronomía. Aquellos que querían continuar su educación aprendieron el arte de retórica, o discusión, que podían usar en los debates políticos. Ciudadanos adinerados enviarían a sus niños a Atenas, a la cima de la educación en el mundo antiguo, intervienen para esto en último lugar el su educación.